Una ruta modernista por Tarragona
Tarragona, que llegó a ser la segunda ciudad más importante del imperio romano, es una parada imprescindible en tu itinerario de crucero por el Mediterráneo. Si tu crucero hace escala aquí, podrás disfrutar de los vestigios de ese pasado romano con paradas obligadas en el anfiteatro, las murallas o el circo. Pero además, Tarragona posee un pasado modernista del que dan cuenta una treintena de edificios. No tan conocida como la de Barcelona pero igual de interesante, te desvelamos algunos puntos claves de esta ruta modernista por Tarragona.
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El Teatro Metropol
Un teatro que simula un barco. Así es este edificio construido por el arquitecto Josep María Jujol en 1908 que salva el desnivel entre dos calles. En su interior, el visitante encontrará barandillas trabajadas como las de los barcos, pasamanos que son agujas de tejer redes. En las escaleras, los peces y una quilla lo transportan al fondo del mar. Un teatro que rompió esquemas con un innovador lenguaje plástico.
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La Casa Ximenis
Esta era la vivienda del canónigo de la catedral en 1914 que fue reformada también por Josep María Jujol. Destacan en la Casa Ximenis los esgrafiados en puertas y ventanas y las barandillas de hierro de los balcones. La fachada es asimétrica y el arquitecto estructuró la vivienda a partir de un viejo pajar -situado en la planta baja- y de un primer piso. La casa tiene además una torre para acceder a la terraza superior
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El Matadero de Tarragona
Fue construido a comienzos del siglo XX al amparo de la antigua muralla romana para hacer la ciudad más moderna y operativa. El ladrillo rodea las ventanas rematadas en forma triangular y también domina los muros levantados en forma de U. La plaza pública anexa al edificio era el espacio dedicado a los corrales. Hoy en día acoge las dependencias del rectorado de la Universidad Rovira i Virgili.
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La Quinta de San Rafael
Esta construcción nació como un espacio de curación y reposo,cuya torre poligonal ejerce de mirador. Destaca también la torre posterior decorada con cerámicas blancas y azules. La casa fue construida en 1912 y contaba también con un jardín ideado como un jardín romántico inglés.
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El antiguo Hotel Continental
Un edificio que nació con vocación de hospedaje a comienzos de siglo. En 1998 el edificio fue reformado pero conserva numerosos vestigios de su pasado modernista en sus fachadas. Por ejemplo, las molduras en los ventanales y los balcones realizados con piedra artificial y decorados con flores.
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La Fábrica Chartreuse
El edificio conocido como la Fábrica Chartreuse fue destilería de licor introducido por los franceses en las primeras décadas del siglo pasado. Cuenta con un gran número de ventanales repartidos en tres plantas y una torre lateral. El ladrillo predomina en esta construcción que actualmente alberga la sede de la Escuela Oficial de Idiomas.
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La Casa Salas
El arquitecto modernista Ramón Salas i Ricomà la construyó en plena Rambla Nova en 1907 y fue una de las primeras casas residenciales de la zona. Destacan la tribuna y los ventanales de la primera planta y los balcones existentes en todas las plantas. Molduras, cerámica y hierro forjado se distribuyen por todo el edificio.
La ruta modernista de Tarragona incluye otros puntos como el reloj del puerto, la casa Bofarull, la Porta Mercadé o el edificio de la Cámara Oficial de Comercio. Si recalas en Tarragona durante tu crucero o tu barco zarpa o arriba a la ciudad no olvides visitar alguna de estas joyas arquitectónicas en el corazón del Mediterráneo.
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