Uno de los vinos blancos del mundo, los más afamados criaderos de marisco de Galicia, el único Vía Crucis marítimo del mundo… son solo algunos de los encantos de una tierra especial. Las Rías Baixas de Galicia son un destino lleno de posibilidades, que ofrece a los visitantes la combinación perfecta entre arte, naturaleza, cultura y tradición marinera.

La extraordinaria productividad pesquera de las rías gallegas hacen de esta tierra un auténtico paraíso para los amantes de la cocina marinera. En Galicia existen más de 3.000 bateas que producen alrededor de 280.000 toneladas anuales de mejillón, lo que representa la mitad del que se consume en la Unión Europea y aproximadamente el 20% del total mundial.

Gran parte de esta producción se concentra en la Ría de Arousa, salpicada por más de 2.000 bateas agrupadas en 22 polígonos.

Aunque no solo la miticultura, o cultivo del mejillón, es un símbolo de Ría de Arousa. En el núcleo de Carril, perteneciente al ayuntamiento de Vilagarcía, se extraen de los parques de cultivo las almejas que han dado fama a esta localidad. Cada verano, este exquisito bivalvo es protagonista de una fiesta de exaltación gastronómica.

Las bateas salpican el paisaje de la ría y se han convertido ya en todo un símbolo de identidad de la misma.

Pero además de la riqueza de sus aguas, la escala de crucero en Vilagarcía de Arousa permite descubrir una tierra fértil, que ofrece un clima apropiado para el desarrollo de cultivos tan exquisitos como la vid. El vino albariño es ya el protagonista de la carta de presentación del destino Galicia. Los vinos con Denominación de Origen Rías Baixas ponen la nota de frescura y color dorado a la escala en las tierras de O Salnés.

No en vano, muy cerca del puerto de cruceros de Vilagarcía se encuentra la localidad de Cambados, resultado de la unión de tres antiguas poblaciones: Santo Tomé, el pueblo de pescadores; Cambados, el centro administrativo y Fefiñáns, el distrito aristocrático y comercial.

Existe una leyenda que ilustra perfectamente lo que de valioso tienen estas tierras. Se dice que el diablo quiso tentar a Cristo y mirando hacia el horizonte le dijo: “Si postrado me adorares, todo cuanto ves te daré, menos Fefiñanes, Cambados y Santo Tomé”.

Vale la pena la visita a Cambados en este año que cuenta con la distinción de Ciudad Europea del Vino.

Pazo de Fefiñáns. Cambados.

La mayor parte de los productos enseña de O Salnés (como sus mariscos o sus vinos) pueden conocerse y disfrutarse sin llegar a pisar estas tierras. Pero existe una flor-emblema de Galicia cuya delicada y efímera belleza sólo puede apreciarse en todo su esplendor en un jardín, ya que se marchita rápidamente si es cortada. Se trata de la camelia, que inunda de color los inviernos de las Rías Baixas.

Llegadas de China y Japón a finales del siglo XVII, Galicia cuenta con más de 8.000 variedades de camelias, lo que la convierte en el segundo lugar del mundo después de Japón con más especies diferentes de esta delicada flor de invierno.

La visita al Pazo de Rubiáns, muy cerca del puerto de Vilagarcía, es una de las más recomendables y especiales que se pueden hacer si se hace escala de crucero en la localidad arousana. Esta casa solariega –que dispone además de bodega- cuenta con más de ochocientas variedades de camelia, además de numerosos árboles centenarios, que constituyen auténticos monumentos naturales.

De la valía de las tierras arousanas tenían también conocimiento los vikingos, que trataron de invadirlas. Aunque no lo lograron, dejaron para nosotros un legado en forma de Fiesta de Interés Turístico Internacional, la Romería Vikinga de Catoira, una impresionante puesta en escena que maravilla cada año a personas venidas de todas partes del mundo.

Hacer escala de crucero en Vilagarcía de Arousa te introduce en un mundo de sensaciones, en la tradición, en los sabores del mar, en los frutos de la tierra y en los paisajes únicos de Galicia, una tierra mágica que vale la pena descubrir navegando.