Tahití y las islas que inspiraron a los artistas
Paul Gauguin buscó la libertad en la lejanía. Soño con la Polinesia para poder “vivir aquí de éxtasis, de calma y de arte”. Aunque su paso y residencia durante varias temporadas de su vida en Tahití y en Las Marquesas fue muy polémico y en ocasiones no fue apreciado por los polinesios, es cierto que Tahití inspiró una parte muy importante de la obra del pintor francés.
Es posible visitar y conocer la vida y algunas de las reproducciones de las obras del autor fenecido en 1903 y enterrado en Hiva ‘Oa. El Museo Paul Gauguin en Papeari y el centro cultural que lleva su nombre en Hiva ‘Oa son uno de los recursos más relevantes de las islas para los amantes del arte.
Marlon Brando, Jacques Brel o Herman Melville fueron algunos de los artistas que cayeron rendidos ante los encantos de este paraíso y que unieron para siempre sus vidas, de uno u otro modo, a la Polinesia Francesa.
La tradición, la religión, la espiritualidad, la naturaleza en estado puro…todo en Tahití es auténtico y singular. Todo en la Polinesia nos atrae y nos atrapa.
El aroma a Tiaré, a vainilla, a leche de coco…Tahití es un lugar único en el planeta que pervive intacto, en el medio del océano, tan moderno y tan tradicional que impacta.
Quizás esta dicotomía de sentirse en algún lugar del pasado y en formando parte de la vida que soñamos para el futuro hace de Tahití ese enclave único en el planeta.
Esta dualidad ha inspirado sin duda las vidas y obras de muchos artistas y dejará huella en todos los que pasen por aquí, en todos los que arriben a las preciosas costas de las islas de La Polinesia.