Barcelona: la única ciudad del mundo con 9 Patrimonios de la Humanidad
El Port de Barcelona registró en 2015 2,5 millones de cruceristas, frente a los 2,4 millones del año anterior. En cuanto a la cifra total de pasajeros (incluidos los ferris de línea regular hacia las Islas Baleares, Italia y Norte de África), el Port de Barcelona superó en 2015 los 3,7 millones de viajeros, un 7% más que en 2014.
Barcelona: la ciudad del arte modernista
Y es que hacer escala en Barcelona es arribar a la única ciudad del mundo que cuenta entre sus atributos con nueve lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
A la gran oferta cultural de la ciudad, siempre vanguardista, a la privilegiada climatología de las ciudades bañadas por el Mediterráneo y la increíble oferta gastronómica, de ocio, deportiva y paisajística se une el valioso legado artístico de Barcelona.
Sin duda, contribuyen notablemente a ello las 14 obras visibles en la ciudad que se atribuyen a Gaudí. El hijo de caldereros nacido en Reus en 1852 dejó su impronta en la ciudad en la que vivió hasta ser arrollado por un tranvía en 1926.
La decoración de trencadis que hace refulgir en colores muchas de sus obras refleja el espíritu alegre y vibrante del destino Barcelona.
Las farolas del Palacio Real, la Iglesia de la Colonia Güell, el Palau Güell -y su azotea con 20 chimeneas a modo de jardín escultórico-, el Colegio de las Teresianas o el pabellón para las cuadras de la finca Güell son algunas de las obras del célebre creador catalán.
Pero también hay muestra de su paso por la historia de Barcelona en Casa Vincens, su primera obra importante; en el simbólico combate entre Sant Jordi y el dragón de Casa Batlló o en Casa Milá, el Parc Güell, la Puerta Miralles, las escuelas provisionales del barrio de la Sagrada Familia, la Casa Bellesguard y, por su puesto, en la Basílica de la Sagrada Familia, el emblema de la Ciudad Condal.
Siete de sus obras forman parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. A ellas se unen el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y el Palau de la Música Catalana.
Gaudí se inspiró en la naturaleza, en la vida misma, en los colores del mundo que lo rodeaba. La Sagrada Familia es la máxima expresión de la obra de un hombre que intentó que sus edificios trascendieran el tiempo.
Descubrir Barcelona a través del arquitecto catalán es una de las mejores formas de tomarle el pulso, de sentir su vibración, su forma de rediseñarse cada día, de amoldarse a las formas del mundo.