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Descripción

El puerto de Lisboa conforma el principal terminal de transporte marítimo del país. Ubicado en la confluencia del Tajo con el océano Atlántico es un enclave estratégico por su posicionamiento geográfico para el comercio internacional.

El enclave es también un punto estratégico en las rutas de cruceros, para las que dispone de tres terminales muy próximas al centro de la urbe. Cuenta además con el muelle Jardim do Tabaco, una nueva infraestrutura para la recepción de buques de crucero.

La capital de Portugal, cuya área metropolitana alcanza casi los 3 millones de habitantes es un verdadero epicentro del turismo del país.

Su bullicio y su luminosidad hacen de ella un lugar muy especial. Entre las colinas y el mar, Lisboa reluce mirando al Atlántico. Son de obligada visita su Castillo de San Jorge, el Barrio de Alfama, la catedral y el convento do Carmo. También la zona de Belem -donde degustar sus afamadas y deliciosas natas-con el Monasterio de los Jerónimos; la Baixa y sus comercios; el Barrio Alto; el Elevador de Santa Justa y el Teatro Nacional Doña María II; el Chiado; y el Oceanográfico.

Los recursos turísticos de la ciudad son inagotables. La experiencia turística de hacer escala en el puerto de cruceros de Lisboa se acompaña con su deliciosa gastronomía. Conviene probar su ‘porco á alentejana’; el caldo verde; su ‘bacalhau’ preparado de múltiples formas o su ‘queijo da serra’, así como los deliciosos vinos del Alentejo.

Localización

Que opinan los navegantes 3 opiniones con una valoración média 4
Obligatorio en un crucero hacer una escala en Lisboa para disfrutar de su gastronomia y sus gentes, muy amables siempre intentando ayudar al turista. Yo me he quedado prendada de esta bella ciudad portuguesa.
Las calles de Lisboa Enamoran y no hay mucho más que decir. Cada rincón de la ciudad tiene magia. Cuando la abandonas, siempre te vas con el sabor de boca de querer volver algún día. Un sabor con gusto de Pastéis de Belém. Poder volver a la ciudad en crucero sería maravilloso.
Mi viaje a Lisboa ha sido de esos viajes que me han sorprendido gratamente. Después de desembarcar del crucero me percaté de que la capital portuguesa presume de tener unos atractivos turísticos interesantes como la Torre de Belén, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubridores. Pero sin duda, lo que más caracteriza a la ciudad son sus famosos tranvías amarillos. Cabe decir que Lisboa ofrece algo más que imagen, pues también nos deleitan con sus deliciosos pasteles de Belén rellenos de crema o si preferimos algo más salado, ¿qué mejor que un Bacalao? Desde mi punto de vista, opino que Lisboa es un destino que se debe explorar. A la vista está que nuestros vecinos portugueses tienen algo que enseñarnos.
Llegar en crucero a Lisboa es una experiencia única. Yo tuve la gran suerte de hacerlo en el Royal Princess en el 2013. Año y medio después, he vuelto a visitar Lisboa y me ha parecido una ciudad espectacular, con una gran tradición cultural y gastronómica. O Mosteiro Dos Jerónimos, O Castelo de Sao Jorge, ver cantar un fado en el barrio de Alfama o comerse unos pastéis de nata en el barrio de Belém son un auténtico "must" para todo aquel que la visite. Sin duda volveré si tengo la ocasión.
Lisboa es una de mis ciudades favoritas, procuro ir una vez por año, aunque solo sea un fin de semana. Llegué a Lisboa una vez por mar desde Porto en un velero, la experiencia es fantástica. También cruce la en barco al puerto de Calcihas, esto es, al otro lado del Rio Tajo, es un barco de pasajeros de linea regular, la experiencia merece la pena, y como no, Lisboa se merece también unos cuantos días de visita y relax en una de las ciudades con mas encanto de Europa.
El puerto de Lisboa se encuentra cerca del río Tajo y el Océano Atlántico, debido a su posición es un un puerto de gran relevancial. Las terminales de cruceros se encuentran cerca del centro de Lisboa. Cerca del puerto hay un gran número de restaurantes y terrazas donde poder disfrutar de la variada comida portuguesa.Una visita obligada al visitar Lisboa, conocida como la ciudad de las siete colinas , es el monumento a los Descubrimientos (que conmemora el quinto centenario de la muerte de Enrique el Navegante) así como la Torre de Belem (que sirvió como torre defensiva para proteger Lisboa)
Llegar en crucero a Lisboa tiene que ser una experiencia increíble. La ciudad de las siete colinas siempre guarda tesoros para el viajero. Estoy deseando descubrir qué se siente al verla desde el mar. Pasar un día en Lisboa y empaparse de la increíble cultura portuguesa es una gran oportunidad para quedarse con ganas de conocer nuestro maravilloso país vecino. No dejéis de visitar las Docas en Alcântara y su animada vida nocturna y, por supuesto, prohibido abandonar Lisboa sin probar los 'pastéis de Belém', todo un motivo de peso para acercarse al barrio más histórico y monumental de Lisboa. La canción de Carlos do Carmo, 'Lisboa, menina e moça' es, en mi opinión, la mejor guía sensorial para descubrir la capital de Portugal.