Uno de los modos más atractivos de conocer Suiza es llegando a Basilea en un crucero por el Rhin recorriendo las Rutas del Vino. El Rhin es parte muy activa de la vida de la ciudad e incluso se han desarrollado casas de baños de estilo modernista para poder bañarse en él.

Además, se puede recorrer la ciudad y el puerto a través del río y conocer las esclusas hasta Rheinfelden.

Si se hace escala en el puerto de cruceros de Basilea hay que visitar el Puente del Medio -uno de los pasos más antiguos del Rhin-, la catedral roja y la plaza del mercado, en el casco antiguo. Además, la torre ferial de Morger & Degelo y la puerta de Spalentor, una de las tres que se conservan de la muralla del 1.400.

También resulta muy curiosa la Fuente del Tinguely, que cuenta con unas esculturas muy divertidas.

El hecho de estar en la confluencia de Italia, Francia y Alemania aporta a la cocina de Basilea una riqueza excepcional. Cuentao con más de 20 restaurantes con Estrella Michelin y la gastronomía es uno de sus recursos más valiosos.