Bilbao en una escala, 5 alternativas para disfrutarla
Lo primero que se encuentra el viajero al hacer escala de crucero en Bilbao es un aire fresco de renovación urbana, modernidad y luz cantábrica. Una ciudad casi nueva cargada de arte, gastronomía y cultura con una casco viejo mágico por el que perderse. Para aprovechar tu escala en el Bilbao Port te proponemos cinco propuestas para conocer la cara B del Bilbao más alternativo.
La ciudad ha recuperado uno de sus edificios emblemáticos. Se trata de un viejo almacén de vinos de carácter modernista que el arquitecto municipal Ricardo Bastida finalizó en 1909. El edificio fue remodelado en 2010 bajo la dirección del arquitecto Phillipe Starck. Hoy la Alhóndiga es una auténtica joya arquitectónica, humanizada y llena de vida cultural. Cuenta con cines, biblioteca, sala de exposiciones, locales de restauración o incluso una piscina en el techo. El viajero es recibido por una amplio atrio a modo de plaza cubierta donde 43 pilares sirven de base para los tres edificios, suspendidos a 3 metros del suelo. Cada columna representa un estilo de la historia del Arte. Después del museo Guggenheim, este es el otro espacio de arte de obligatoria visita durante la escala en Bilbao para los amantes de las manifestaciones artísticas contemporáneas con muestras alternativas y gratuitas. Además desde la terrazas del restaurante Yandiola podrás disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad.
2. El San Francisco bilbaíno
Hablar de Bilbao es sinónimo de deliciosa gastronomía, pero más allá de los tradicionales “pintxos” o “potes” (cañas) existen propuestas diferentes que combinan comida y arte. Se trata del distrito gastronómico de San Francisco, un paseo para los cruceristas más “foodies” con bares diferentes, tabernas de siempre renovadas o locales de emprendedores curiosos. Un destino “arty” renovado donde se mezcan los sabores más peculiares de la ciudad.
3. Miradores para tocar el cielo con las manos
Para contemplar la ciudad desde lo más alto, te proponemos algunas panorámicas espectaculares para observar Bilbao a vista de pájaro. Debes subir en funicular al mirador de Artxanda ubicado en la colina de la ciudad para divisar la ría e incluso hasta el mar o el conjunto del Valle de Txorrierri. Si lo que prefieres es caminar entre tejados con la catedral al fondo, las escaleras de Solokoetxe, las más famosas de Bilbao, son la mejor opción. Al lado del museo Guggenheim se sitúa el Puente de la Salva para descubrir la ciudad renovada desde la propia ría.
4. Península de Zorrozaurre
La Península de Zorrozaurre se incluye en el último plan de regeneración urbana de la ciudad. Una isla en la ría que aglutina propuestas culturales diversas y que lleva el sello de la arquitecta Zaha Hadid. Si eres apasionado de los mercadillos alternativos no puedes dejar de visitar los que se ubican en esta isla. La antigua fábrica de galletas Artiach se ha convertido en una auténtico rastro con el Espacio Open. Está considerado el mercado de pulgas más importante de Bilbao.
5. El encanto del bar más auténtico: parada en el Café Iruña
Después de la ruta y para hacer una parada, te proponemos hacerlo en el café con más historia de Bilbao, nada menos que 115 años. Hablamos del Café Iruña con gastronomía tradicional vasca y un ambiente decorativo peculiar. Inspiración mudéjar, con azulejos, techos policromados y una gran colección de pinturas murales. Ambientación sureña en territorio norteño.
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